Los músculos, que están fijados a los huesos, permiten correr, saltar,
doblar las piernas, sonreír, guiñar el ojo.
En una palabra, movernos.
En una palabra, movernos.
Para correr o saltar se ponen en actividad los músculos del brazo, de la
espalda, del cuello, de las piernas y de los pies. ¡Un verdadero trabajo en equipo!
Para doblar el brazo, el músculo llamado bíceps se infla y tira del
hueso del antebrazo.
Algunas enfermedades o los accidentes afectan los músculos, que dejan de
funcionar. Se produce parálisis, es decir, pérdida de la capacidad para moverlos.
Fuente: COLAZO, Pablo Daniel. Colección Quiero Saber: Mi cuerpo. Buenos
Aires: Arte Gráfico Editorial Argentino, 2012.






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