Están cubiertos por los párpados, que se abren y se cierran regularmente sin que nos demos cuenta.
De esa manera desparraman lágrimas sobre los ojos, que necesitan estar siempre húmedos.
Las cejas, las pestanãs y los párpados protegen a los ojos.
Las personas tienen diferentes colores de ojos.
Depende del color de ojos de sus padres.
Por ejemplo, nunca mirar al Sol directamente sin llevar anteojos negros.
Si no vemos bien de cerca o de lejos, o si vemos borroso, tendremos que usar lentes para corregir la vista y ver con nitidez.
Cuando estamos a pleno sol, la pupila se hace pequeña; cuando estamos en la oscuridad, se agranda.
Tenemos dos ojos para ver más y también para mantener el equilibrio.
Fuente: COLAZO, Pablo Daniel. Colección Quiero Saber: Los 5 sentidos. Buenos Aires: Arte Gráfico Editorial Argentino, 2012.