Los ojos, la nariz, la boca, las orejas y la piel son los órganos que nos permitem ver, oler, gustar, oír y tocar.
Gracias a ellos, podemos comunicarnos con los otros y conocer el mundo que nos rodea.
La vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto son los cinco sentidos.
Son los órganos de la vista.
Las orejas
Son los órganos del oído.
La nariz
Es el órgano del olfato.
La lengua
Es el órgano del gusto.
La piel
Es el órgano del tacto.
Los ojos nos permiten ver.
Si no vemos bien de cerca o de lejos, usamos anteojos o lentes de contacto.
Al envejecer, no se ve tan bien.
Cuando alguien no ve, es ciego.
Las orejas nos permiten oír los ruidos, desde los más débiles hasta los más fuertes.
¡Cuidado!
Los ruidos demasiado fuertes pueden dañar el oído y entonces se oye menos.
Cuando alguien no oye, es sordo.
La nariz nos sirve para sentir los olores agradables o desagradables.
Cuando estamos resfriados, se tapa con mucosidad (los mocos) y no reconocemos los olores.
Con la lengua reconocemos los sabores: dulce, como el de las golosinas; salado, como el de una salsicha; ácido como el limón, o amargo como el café.
No toda la lengua percibe los sabores; en el medio no siente nada.
La piel de las manos, de los pies y de los labios es muy sensible.
La piel nos informa sobre lo que está caliente, frío, mojado, seco, si pincha o corta...
Fuente: COLAZO, Pablo Daniel. Colección Quiero Saber: Mi cuerpo. Buenos Aires: Arte Gráfico Editorial Argentino, 2012.
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